De: Ariel Fernando Arrieta <aarrieta@via-net-works.net.ar>
Para: Chistontos <chistontos@egroups.com>
Asunto: [chistontos] Varios al toque
Fecha: Viernes 30 de Julio de 1999 18:29


Refieren las crónicas que en 1994 se celebró una competición de remo entre dos equipos, uno compuesto por trabajadores de una empresa argentina y el otro por sus colegas de una similar japonesa.

Apenas fue dada la orden de partida, los remeros japoneses comenzaron a destacarse.
Llegaron a la meta prontamente. El equipo argentino lo hizo una hora después.

De regreso a nuestro país, la Dirección se reunió para analizar las causas del desconcertante e imprevisto resultado. Se llegó a esta conclusión:
En el equipo japonés había un jefe de equipo y diez remeros, mientras que en el argentino había un remero y diez jefes de equipo.

Se decidió entonces adoptar las medidas pertinentes para el año siguiente.

En 1995, apenas producida la largada, desde la primera remada el equipo japonés volvió a adelantarse.

El equipo argentino llegó en esta oportunidad dos horas después.
La Dirección volvió a reunirse luego del nuevo revés y, tras estudiar lo acontecido, comprobó que:

En el equipo japonés había un jefe de equipo y diez remeros, mientras que el argentino luego del intenso estudio realizado el año anterior, estaba compuesto por un jefe de equipo, dos asesores de gerencia, siete jefes de sección y un remero.
Por lo que, tras un minucioso análisis, se llegó a una conclusión unánime:

el remero era un incompetente.

En 1996 el equipo japonés escapó de salida. La tripulación argentina, cuya integración había sido encomendada esta vez al Departamento de Nuevas Tecnologías, llegó tres horas más tarde.

A los efectos de tomar el toro por las astas, se llevó a cabo una reunión en el salón VIP del cuarto piso con presencia obligatoria para todo el staff, y se concluyó que:

Posiblemente para desconcertar, esta vez el equipo japonés optó por la formación tradicional de un jefe de equipo y diez remeros.

El equipo argentino, que había sido conformado según el informe final de una afamada consultora con casa central en Nueva York, prefirió una formación vanguardista integrada por un jefe de equipo, dos auditores de la mencionada consultora, un asesor en empowerment, un asesor de downsizing, un asesor en calidad total y cuatro controllers administrativos que no quitaban el ojo al único remero, a quien ya habían amonestado y castigado quitándole todos los plus e incentivos por el fracaso del año anterior.

Luego de varios días de reuniones realizadas en un famoso spa de Entre Ríos, se concluyó que debía recurrirse a la contratación de un nuevo remero, pero a través de un contrato de outsourcing, a los efectos de no tener que lidiar con el sindicato y no estar atado a convenios laborales que esclerosan la eficiencia y degradan la productividad.-